Las luces en el cielo nocturno me recuerdan mi vínculo infinito con todo lo que existe, y eso me proporciona consuelo. Al mirar el cielo lleno de lejanos soles, planetas y lunas parpadeantes, veo mi vida desde una perspectiva cósmica. Siento mi vínculo divino con esos puntos en el cielo. Al permitir que mis pensamientos se alejen de los eventos del día, enfoco mi atención en la Verdad de que la vida es continua y que Dios es todo lo que existe.
Sentir este vínculo poderoso con el Espíritu y recordar que nunca estoy solo me brindan gran consuelo. La sabiduría del Espíritu es mi apoyo. La paz del Espíritu yace en lo profundo de mi ser. El amor siempre presente de Dios me rodea y envuelve.
Yo, yo mismo, te doy ánimo. ¿A quién tienes miedo?—Isaías 51:12
La paciencia significa confiar en que todo se desenvuelve como debe —aun cuando los resultados parecen tomar más tiempo de lo esperado. Si equiparara la paciencia con ser pasivo, podría tratar de forzar un resultado para sentir que estoy progresando. Pero al igual que un agricultor no puede hacer que la cosecha crezca preocupándose o apurándose, yo tampoco tengo resultados beneficiosos inquietándome o actuando impulsivamente.
La paciencia tiene una energía silenciosa que restaura y fortalece. Niego poder a cualquier sentimiento de duda y, mientras espero, oro. Al vivir en el momento, cultivo una fe callada y paciente, y permanezco receptivo al bien que afirmo.
Fortalecidos … para que puedan soportarlo todo con mucha paciencia.—Colosenses 1:11
Dejo ir y permito que la luz de Dios resplandezca.
Si me siento agobiado por las responsabilidades, analizo si es que he asumido las obligaciones de otros. ¿Me siento responsable por su éxito y bienestar? Dios es la única Fuente, disponible para satisfacer las necesidades de todo el mundo. Cada uno de nosotros tiene acceso a la sabiduría, fortaleza, creatividad, comprensión y amor divinos. Dios tiene una relación personal con cada uno de nosotros.
Oro por mis seres queridos y los libero al camino de su mayor bien. Me enfoco en mi relación personal con lo Divino. Al reconocer el poder de Dios en las personas a mi alrededor y en mí, dejo ir y veo que Dios resplandece a través de todos nosotros.
Pueblos todos, ¡confíen siempre en Dios! ¡Vacíen delante de él su corazón! ¡Dios es nuestro refugio!—Salmo 62:8