Zapatos de bebé
Para ellos los patucos suelen ser su mejor mordedor, por eso limpiarlos con frecuencia es muy importante. Lo más rápido es hacerlo con las mismas toallitas de limpieza de bebés o con crema desmaquilladora de lanolina.
Zapatos de piel
Además del betún de toda la vida o las cremas limpiadoras disponibles en el mercado, si quieres darles un extra de cuidado para curtir bien la piel, aplica una buena capa de crema hidratante, la de después del baño por ejemplo, deja que se absorba bien y verás que te quedan como nuevos.
Para quitar manchas difíciles como grasa, agua salada…etc., frota la zona con alcohol de quemar o con una piel de plátano, te sorprenderán los resultados. Y si quieres un día darles un acabado súper brillante, después de limpiarlos y cepillarlos, rocíalos con laca de pelo.
Zapatos blancos
¿Te atreves con ellos? Para conservar su color lo mejor es limpiarlos con pasta de dientes blanqueante. Aplícala con un cepillo de dientes viejo, deja secar y enjuaga con agua. Si el zapato queda muy húmedo, rellénalo con papel de periódico un rato para que absorba la humedad.
Zapatillas de deporte
Si son de color blanco lo mejor es quitar los cordones y sumergirlas en agua con detergente para lavar a mano y un chorrito de amoniaco.
Para limpiar la suela, nada mejor que los limpiadores en crema para el hogar, o con vinagre.
Zapatos de serraje o ante
Dejarlos limpios sin que la piel se chafe es tan sencillo como frotarlos con una toallita húmeda y cepillarlos después con un cepillo de zapatos envuelto en una media vieja.
Zapatos con cierre de velcro
¡Qué cómodos son estos zapatos pero cómo se pega todo! Quita los trozos grandes como hilos, pelusas, etc., con las manos y los pequeños que se han quedado en el fondo con un peine de púas anchas.
Botas
Antes de limpiarlas, quita bien el polvo y aplica un producto de mercado o simplemente aceite vegetal en un trapo de algodón y en la cremallera o costuras, si tienen, con una brocha para que no queden restos.
Si deseas una limpieza exprés y de lujo, aplica en un trapo de algodón un limpiador de muebles de madera: ¡ya verás que botas más relucientes!
Como último truco, especial para los más pequeños que llegan a veces llenos de barro, limpia los zapatoscon una clara de huevo montada. Saldrá fácil y rápidamente y además crea una película protectora.
Articulo públicado en la revista SER PADRES.