Cada día me ofrece algo nuevo que explorar. Mantener el horario que me fijo cada mañana puede convertirse en un reto a medida que el día avanza.
Enfrentar retos y tomar decisiones son elementos esenciales en mi experiencia humana —yo soy un ser espiritual pasando por una experiencia humana. Cada decisión afable que tome representa otro paso hacia la transformación de este mundo a la nueva dimensión que Jesucristo llamó el reino de los cielos.
Jesús también dijo: “Yo no puedo hacer nada por mí mismo” (Juan 5:30), y recuerdo esas palabras cuando enfrente un desafío. Dejo ir los pensamientos basados en el temor y permito que el Amor infinito me guíe hacia mi mayor bien.