[De: Memorial (Mensaje original) Enviado: 07/09/2001 3:08
Joeeeeeeerrrrr, esto no era para algo sobre pastillas? Es q yo ya hace mas d 2 años q tomo tranquilizantes para tratar una ansiedad q se me diagnostiko hace tiempo. Ademas, en este ultimo año las cosas solo han hecho q empeorar. He tenido 2 accidentes d moto bastante graves y por culpas ajenas, mi novia y yo hemos roto una relacion d mas d 2 años, mi mejor amigo ya ni me habla, en fin...un poema. Pero por favor, si alguien contesta (se agradece), q no caiga en frases tipikas, pues la teoria ya me la sé. Rollo 'animo chaval, q tu vales'.... preferiria no leer ese tipo d cosas. Gracias por leerme. ]
Hola: como dices que no quieres rollos pues ahí te va “ciencia”. No se tu nivel de conocimientos por lo que es difícil que coincida lo que te digo con el nivel de tus conocimientos e interpretación del tema que vamos a tratar.
Lo normal, en tu caso, es que acudas a tu médico habitual y si lo cree preciso, te enviará al especialista correspondiente. Si tu te sientes fuerte y capacitado, entonces y solo entonces, léete lo que sigue (resumen sobre el tema extractado del Manual de Medicina Interna) para tener una idea de cómo puedes afrontar tu problema.
A veces los rollos son interesantes para ir introduciéndote en la materia.
Dependencia de ansiolíticos.
Determinados psicofármacos tienen capacidad de generar dependencia cuando se abusa de ellos, en cuyo caso dejan de actuar como medicamentos para pasar a tener una acción propiamente de droga. Tal es el caso de las sustancias sedanteshipnóticas, cuyo grupo más representativo lo constituyen los barbitúricos y, en menor grado, los ansiolíticos, representados fundamentalmente por los Derivados benzodiazepínicos (diazepam, clorazepato, lorazepam, etc.).
Pautas de consumo
Se han distinguido dos patrones de desarrollo de dependencia o abuso.
En el primero, el individuo ha obtenido la sustancia por prescripción médica para el tratamiento de la ansiedad o del insomnio, pero posteriormente ha ido incrementando por su cuenta la dosis y la frecuencia del consumo.
El segundo patrón, más frecuente que el primero, incluye a individuos jóvenes, incluso adolescentes, que consumen en grupo la sustancia obtenida de forma ilegal. El objetivo inicial es obtener una “subida” o euforia en caso de que se consuma la sustancia sola. Otros la consumen combinada con opiáceos para intensificar la euforia o para contrarrestar los efectos estimulantes de la cocaína o de las anfetaminas .
Tolerancia
Se trata de sustancias que generan tolerancia.
En cuanto a las benzodiazepinas, es a partir del descubrimiento de la existencia de receptores específicos para ellas en el SNC, llevado a cabo en 1977 por BAESTRUP y SQUIRES, así como de su íntima relación con los receptores del ácido gammaminobutírico (GABA) y los canales ionóforos del cloro y del calcio, que se han planteado nuevas hipótesis en las que se invoca la modificación de la estructura de la membrana neuronal, con la consiguiente multiplicación de los canales ionóforos mencionados, como mecanismo de acción común de la génesis de tolerancia, no sólo para las benzodiazepinas y los barbitúricos, sino incluso también para el alcohol, lo que justificaría por otra parte la tolerancia y la dependencia cruzadas existentes entre tales sustancias.
Repercusiones psicopatológicas de la intoxicación crónica
La sintomatología clínica que genera la intoxicación por benzodiazepinas es similar, aunque de menor intensidad, a la que se observa en las intoxicaciones crónicas por barbitúricos o alcohol. Entre los rasgos clínicos sobresalientes destacan somnolencia y bradipsiquia variables, labilidad emocional, con oscilaciones que van desde el embotamiento y la apatía hasta un estado de exaltación eufórica y locuacidad, con episodios distímicos caracterizados por inquietud e irritabilidad, así como una serie de signos neurológicos bastante característicos, entre los que se incluyen: temblor, disartria, nistagmo y ataxia cerebelosa.
Es importante señalar que entre las consecuencias más importantes de la incoordinación motora que genera, se encuentra la disminución de la capacidad para conducir vehículos con motor y su repercusión en el incremento de la incidencia y prevalencia de accidentes laborales y de tráfico, consecuencias que se agravan claramente cuando al consumo de estas sustancias se une el de alcohol por la sinergia farmacológica existente entre ellas, a la que ya se ha hecho referencia.
Síndrome de abstinencia
Aunque en el caso de las benzodiazepinas la génesis de dependencia física no es tan clara como con los barbitúricos e incluso con otros ansiolíticos, se plantean unos criterios comunes para el diagnóstico de la abstinencia de sedanteshipnóticos y ansiolíticos, que son los siguientes:
1. Interrupción o reducción del uso abundante o moderado de un sedante, hipnótico o ansiolítico durante un período prolongado (varias semanas o más) seguido, como mínimo, de tres de los siguientes síntomas: náuseas o vómitos, malestar o debilidad, hiperactividad autónoma (p. ej., taquicardia, sudación, ansiedad o irritabilidad), hipotensión ortostática, temblor grosero de manos, lengua y párpados, insomnio acusado o crisis epilépticas de gran mal.
2. Dichos síntomas no deben estar causados por ningún otro trastorno físico o mental, como delirium por abstinencia de sedanteshipnóticos o ansiolíticos.
Normas generales de la terapéutica en las drogodependencias.
Frente a un drogadicto hay que seguir una estrategia jerarquizada, elegida cuidadosamente en función de la valoración individualizada de cada enfermo, y que persigue lograr la abstinencia total permanente, basada en la rehabilitación social del individuo. En algunos casos no se puede conseguir aquélla ni evitar las recidivas, pero, al menos, es posible lograr períodos de supresión o reducción del nivel de consumo, así como una mejoría física y su ajuste psicosocial. Las sucesivas etapas que se deben cubrir pueden esquematizarse del siguiente modo:
1. Identificación del producto o de los productos consumidos y de la pauta de administración.
2. Valoración del estado físico y psíquico del paciente, así como de las circunstancias sociofamiliares, mediante la anamnesis detallada (con ayuda de los familiares y conocidos),
exploración somática y psicológica y pruebas complementarias (estudio hematológico, bioquímico y urinario, EEG, ECG, exploraciones radiológicas, etc.).
3. Tratamientos de desintoxicación o supresión, teniendo presente que, si la sustancia consumida es capaz de haber inducido una dependencia física, deberán adoptarse las medidas encaminadas a la prevención o atenuación del síndrome de abstinencia. Ello se realizará mediante la oportuna pauta de cobertura medicamentosa y correcciones homeostáticas: supresión radical o decreciente del tóxico, sustitución por otros menos potentes, protección psicofarmacológica o abordaje fisiopatológico o sintomático de la privación hasta que el paciente esté libre de molestias.
4. Simultáneamente se iniciará el tratamiento de las complicaciones somáticas ocasionadas por el consumo reiterado y masivo de la droga. Si el paciente presenta un cuadro psicótico,
debe valorarse si pudo ser previo al desarrollo de la drogodependencia o bien inducido por la sustancia psicoactiva, procediendo en todo caso a su tratamiento.
5. A continuación, se inicia el proceso de rehabilitación en el que se incidirá tanto sobre el drogadicto como sobre la afectación o desestructuración que la propia drogodependencia
haya producido en el núcleo familiar. Dicho proceso de rehabilitación constará, en general, de las etapas siguientes:
a) Una primera etapa de “acogida y orientación” en la que existe un deseo por parte del drogadicto y la familia de acabar con una situación de conflicto de forma inmediata.
b) Una segunda etapa de “reorganización interna y externa”, en la que se lleva a cabo un proceso de aprendizaje y adquisición de elementos para conseguir una estructuración individual y social.
c) Una última etapa de “estabilización y consolidación” en la que se lleva a cabo una selección, aplicación y consolidación de los aprendizajes adquiridos, así como una socialización y maduración personal.
En cuanto a las técnicas utilizadas, comprenden desde el modelado y el reforzamiento positivo, basadas en la terapia del aprendizaje, hasta las de aprendizaje social como roleplaying y dramatización, pasando por las de tipo psicoterapéutico, tanto individual como familiar y grupal.
6. El paso siguiente consiste en la incorporación progresiva del enfermo a su ambiente; en esta fase hay que considerar el importante riesgo de recaída.
7. Finalmente, en el período de convalecencia puede recurrirse a tratamientos biológicos coadyuvantes (sustitución farmacológica, interdictores, sustancias “inactivadoras” de los efectos mentales de las drogas o psicofarmacoterapia sintomática), pero la atención debe centrarse en la rehabilitación psicosocial; se realizarán controles periódicos y se alentará al enfermo para que no interrumpa su asistencia a las reuniones en los grupos de discusión terapéutica. Asimismo, es importante conseguir que el paciente pueda desempeñar algún tipo de actividad social que refuerce la conducta abstinente.
Para un buen pronóstico se consideran condiciones favorables: el poco tiempo de consumo de la droga, el consumo no parenteral, la personalidad de fondo y el grado de integración social.
Fin.
PD/
¿Has entendido algo? ¿Si? Bien.
¿No? Sigo opinando que es mas fácil ir al médico de cabecera. Y si no te gusta, simplemente, cambia de médico. Hoy día salen muy buenos médicos de la Facultad de Medicina.
Saludos cordiales.
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De: Memorial (Mensaje original) Enviado: 07/09/2001 3:08
Joeeeeeeerrrrr, esto no era para algo sobre pastillas? Es q yo ya hace mas d 2 años q tomo tranquilizantes para tratar una ansiedad q se me diagnostiko hace tiempo. Ademas, en este ultimo año las cosas solo han hecho q empeorar. He tenido 2 accidentes d moto bastante graves y por culpas ajenas, mi novia y yo hemos roto una relacion d mas d 2 años, mi mejor amigo ya ni me habla, en fin...un poema. Pero por favor, si alguien contesta (se agradece), q no caiga en frases tipikas, pues la teoria ya me la sé. Rollo 'animo chaval, q tu vales'.... preferiria no leer ese tipo d cosas. Gracias por leerme.
Hola Memorial: soy el que te ha mandado un “emilio” con información que a lo mejor no se adapta a tu caso. Una vez dicho esto, paso a, después de releerte, a contestarte.
¡Joeeeerrr.... tío, estás hecho una mierda... ¡tronco estás hundido!
¿Cómo carajo quieres que no te de ánimos viéndote como estás?
Y, con todo eso ¿todavía no te has roto en mil pedazos? Pues si que eres duro, mas que un pedrusco de esos de Picapiedra.
Encima los accidentes de moto ¿pero de que vas, tío?.
¿Qué pasa, chaval? Que te has puesto delante con tu moto y el otro se puso en tu sitio. Normal, eso es un conflicto de espacio. Los dos no cabéis en el mismo sitio. ¡Coñó! Y encima repites. ¡Nada, ni que te diera gusto!.
Y, ahora, le echas la culpa a los ajenos, a los otros, a los demás. Pero, ¡rayos y truenos!, ¿Quién llevaba la moto? ¿El vecino? ¡O has olvidado que hay dejar paso... ! La culpa, en todo caso de los dos, uno por ponerse en el sitio en el que se iba a poner el otro; y el otro por no avisar con tiempo suficiente ¡Eh, qué voy ...!
Y, claro, una vez que la novia te ve en ese “estado de lástimas”, cómo no se va a ir, ¡recoño! . ¿Qué esperabas? ¡Que fuese la virgen de la consolación!
Tío, después de aguantar todo eso... puedo asegurarte que eres fuerte, duro ¡sobre todo de mollera! Y eso que no te conozco personalmente.
¡Ah! Y no pongas el ventilador a toda pastilla que nos enfrascas a todos ...
Bueno, de todas formas si necesitas un “empuje” para salir, pídemelo. Soy tu amigo en las desgracias. ¡Alto! Pero piensa que yo no soy un desgraciado ... no confundamos, no sea que pongas tu moto delante de mi coche...
Y si me lo permites te cuento una anécdota: Era una enferma con un cancer de pulmón, agonizando. Y la vecina va verla y dice: “Hay María, ya me he enterado de que tienes un cancer en el pulmón”.
Mejor hubiera sido que dijese: ¿Qué tía, agonizando?.
Hasta pronto, ya tienes un amigo viejo.