Sabia que un día me encontraría con esta escena que os narro a continuación, estaba seguro que lo vería.
Ayer en el metro, estación Sagrada Familia, entra un señor con su cigarrito electrónico en la mano izquierda y un gran libro en la derecha.
Se apoya en la puerta, no hay asientos, comienza a leer, y le pega una chupetada a su cigarrillo, y hecha una buena bocanada de vapor de agua, una señora que esta a unos tres metros, ve el humo e inmediatamente comienza a poner mala cara y ventilarse la nariz con sus manos, con su cara cada vez mas irritada y dando a entender que la nicotina le molesta mucho.
El señor sigue leyendo y ni se entera, así que la señora se levanta y con con disgusto pasa delante del señor abanicandose la nariz y se v a a otro vagón.
Es obvio esta señora tiene claramente una intolerancia sicológica, que dentro de poco también tendrá su cabida en los consultorios de los sicólogos. Lo importante es catalogar muchas enfermedades para así tener trabajo para el excedente profesional que les aqueja.