“Y, sobre todo, las abuelas”
El lobby de las guarderías privadas ha conseguido que el Gobierno acepte su propuesta “contra el intrusismo y el dumping social” de los abuelos que cuidan de sus nietos mientras los padres trabajan, van al gimnasio o recogen comida en el comedor social. Ahora, los abuelos que quieran seguir con esta práctica deberán darse de alta de autónomos, pagando la correspondiente cotización y dejando de percibir parte de la pensión por jubilación.
A partir de la aprobación de la ley, prevista para el próximo mes de agosto, los abuelos que sean sorprendidos cuidando de sus nietos (o de los nietos de otros, para evitar la picaresca) perderán la totalidad de su pensión y serán sometidos a escraches por trabajadores de los jardines de infancia.
“Entendemos que así muchos de esos abusadores dejarán de quitarnos el pan de la boca”, ha declarado el líder de la patronal, Quim Ono. “Somos conscientes”, ha continuado, “de que a algunas familias les costará pagar la guardería, pero también a mí me cuesta pagar la factura del móvil y no por eso utilizo un tam-tam. Además, nosotros garantizamos una asistencia profesional y un entorno mucho más adecuado para el cuidado del menor”.
La ministra de trabajo, Fátima Báñez, asegura que “desde el Gobierno acogimos la propuesta con entusiasmo. No solo porque así ingresaremos más y pagaremos menos pensiones, sino también porque el cuidado en guarderías privadas garantiza una ciudadanía mejor preparada. No en vano, casi todos los miembros de este Gobierno hemos ido a guarderías privadas y mire qué bien hacemos las cosas“. Acto seguido, ha entrado en la sala del Consejo de Ministros a continuar con el rosario que, todos juntos, rezan los martes por la mañana.