El
diámetro de un cabello fino suele ser inferior a 60 micras, cuando el normal es de 80. Además, se trata de un
cabello frágil, difícil de peinar y manejar.
Estudios recientes demuestran que un 30% de la población considera su cabello fino y que un 40% cree que necesita más volumen.
Las
melenas frondosas y espesas dan la sensación de un pelo saludable y joven. Sin embargo, el cabello fino no tiene por qué carecer de salud. Te pueden ayudar los productos voluminizadores que, además, reparan la fibra capilar.
La primera
recomendación es lavarlo cada día, pero con un champú que no sea demasiado astringnete, porque resecaría las puntas. Usa un champú que aporte volumen a la raíz y, al mismo tiempo, nutra bien las puntas sin dar peso.
En cuanto al color, los tonos que aportan volumen óptico, por ejemplo, unas mechas que, según la base natural, vayan del avellana al rubio platino, pasando por un tono caramelo, este último más generalizado por ser menos agresivo.
Otra opción son las extensiones: se pueden aplicar sobre el cabello como si fueran reflejos rubios y conseguir el efecto mecha, sin tocar el cabello no agredirlo. Duran aprox. 4 meses.
En cuanto al corte, lo ideal para conseguir un efeecto volumen, lo ideal es jugar con efectos degradados, o con ligeros moldeados en zonas estratégicas.