1. Llena un recipiente grande con agua tibia. Para mayor efecto relajante, agrega una cucharada de aceites esenciales. (También puedes usar bicarbonato de sodio o jugo de limón). Deja los pies en remojo por unos 20 minutos, hasta que se ablanden bien. Antes de que se cumplan los 20 minutos, usa un exfoliante para eliminar la piel muerta. Prueba este producto: Olay Body Thermal Pedicure Foot Treatment ($9.99). Se calienta para relajar la piel y tiene humectante, para ablandar las plantas de los pies.
2. Si tus plantas son muy secas o callosas, puedes usar una lima para pies o piedra pómez para eliminar la piel muerta rebelde. Puedes comprar una piedra pómez en cualquier farmacia.
3. Tira el agua usada y sécate los pies. Aplícales una crema humectante espesa, como la Coconut Body Butter de The Body Shop. ¡Huele muy bien! Por lo general, las cremas para manos no son lo suficientemente humectantes para los pies, en especial en verano, así que conviene usar cremas para pies o pomadas espesas.
4. Llegó el momento de concentrarse en las uñas de los pies. Córtate SIEMPRE las uñas derechas y con un cortaúñas. Si las cortas de otra manera, puedes contraer una infección grave u hongos en los pies. Después de cortarte las uñas, usa una lima de esmeril para suavizar los bordes. Límalas con cuidado, estarán más blandas que de costumbre por haberlas remojado en agua.
5. Antes de pintarlas, empuja las cutículas hacia atrás. ¡NO las cortes! Puedes empujarlas con cuidado con un moldeador de cutículas.
6. Asegúrate de que las uñas no estén aceitosas, para que el esmalte se conserve por más tiempo. Puedes eliminar cualquier rastro de aceite con un algodón con quitaesmalte.
7. Es aconsejable aplicar una base de esmalte. Ayuda a que se conserve mejor y evita que los esmaltes más oscuros se decoloren.
8. Aplica la segunda capa de tu esmalte favorito. OPI y Sally Hansen tienen unos tonos preciosos. Pinta primero el centro y luego los bordes. No apliques capas muy gruesas sino el esmalte no se secará bien y se saltará más fácilmente.
9. Aplica la segunda capa una vez que hayas dejado secar la primera por unos cinco minutos.
10. Aplica una última capa protectora, con productos como Sally Hansen Power Shield Ultra-Protective Top Coat. Deja secar por unos 15 minutos.
Ten cuidado de no tocar el esmalte hasta que se seque bien. Vuelve a aplicar una capa cada dos o tres días, para que las uñas no pierdan el brillo.
Por Sheryl George