El 1ero de julio de 1965, el granjero Maurice Masse andaba por un vińedo contiguo a uno de sus campos de lavanda en Valensole, Basses Alpes, Francia, cuando vio en el campo un objeto que tenía la forma de un balón de rugby y el tamańo de un coche Dauphine. Cerca había dos seres pequeńos (descritos como "del tamańo y la complexión de un nińo de ocho ańos") que estaban recogiendo flores de lavanda. Masse se dirigió hacia ellos sin vacilar, pero fue visto por una de las criaturas que lo apuntó con una "vara"; quedó inmóvil, "paralizado". Cuando las criaturas volvieron a su nave lo hicieron "subiendo como burbujas por un haz luminoso". El inmovilizado granjero los vio a través de las paredes transparentes de su máquina. Hubo un ruido sordo, las patas de la nave giraron, el objeto flotó, alejándose, y acabó desvaneciéndose a 20 metros de distancia.
Parece significativo que las características faciales de las criaturas de Valensole fueran similares a las de los seres que participaron en un clásico de E 4: el secuestro de Betty y Barney Hill en New Hampshire en 1961, para un "examen médico" y de los que secuestraron a António Villas Boas en Minas Gerais, Brasil, en 1957, para examinarlo y llevar a cabo experimentos sexuales.
A medida que disponemos de más informes, han empezado a surgir de ellos fascinantes parecidos y pautas de conducta humanoide, incluso en casos en que testigos no conocían las historias de otros contactos en otras partes del mundo.
Y ahora, consideremos un último caso que podría darnos algunas pistas acerca de lo que puede estar sucediendo.
A primera hora del 31 de mayo de 1974 una pareja joven, Peter y Frances, iba en coche desde Salisbury (en lo que entonces era Rhodesia) hacia Durban, en Sudáfrica, por el puente de Beit. Su coche, un Peugeot 404, fue escoltado por un objeto brillante desde cerca de Umvuma hasta las inmediaciones de Fort Victoria. Todas las luces desaparecieron, salvo un extrańo resplandor en la parte exterior del coche que, aparentemente, no era controlado por su conductor; hacía mucho frío; la radio siguió transmitiendo un programa de Lourenzo Marques mucho después de que su alcance normal hubiese sido sobrepasado. En Fort Victoria, cuando se detuvieron para poner gasolina, el OVNI se elevó y desapareció temporalmente. Reemprendieron la marcha a las 5.30 de la mańana. Ahora los escoltaban dos OVNIS: uno estaba exactamente encima de ellos.
El terreno seco familiar cambió súbitamente y apareció una vegetación tropical y pantanos; el camino se hizo más recto. Peter estaba en un estado semicomatoso; una fuerza ajena a él controlaba el coche. Frances se durmió a las 6.15 de la mańana. Despertó alrededor de las 7, cuando estaban a algo más de un kilómetro del puente Beit. Nuevamente, los OVNIS se elevaron mucho, como si obedecieran a una seńal.
Los funcionarios de la frontera rieron cuando vieron a la pareja envuelta en mantas en una estupenda mańana cálida. Cuando cruzaron el puente y fueron a poner gasolina en Sudáfrica descubrieron -atónitos- que el depósito seguía lleno. ˇEl coche no había consumido prácticamente nada en un viaje de 280 kilómetros!
Eso era todo lo que recordaban Peter y Frances de su extrańo viaje. Pero, seis meses después, inquietos todavía por su extrańa experiencia, se pusieron en contacto con el Natal Mercury de Durban, después de leer un articulo que trataba con comprensión de los testigos de un OVNI. Se llamó al investigador Carl van Vlierden quien, suponiendo que habían perdido la noción del tiempo, logró que un médico interrogara a Peter bajo hipnosis. El resultado fue un relato mucho más detallado del extraordinario encuentro.
De acuerdo con éste, cuando dejaron atrás Fort Victoria, el OVNI que estaba encima de ellos envió rayos de luz sobre el coche; usándolos y usando la radio lograron controlarlo. Colocaron pantallas a su alrededor y proyectaron en ellas escenas de vegetación tropical. El coche fue teleportado por encima del camino. Peter sintió lo que iba a ocurrir y luchó mentalmente contra la "invasión". Ańadió que él y Frances fueron programados en el interior del coche y que su esposa se durmió a causa de la voz de "ellos", que hablaba por la radio del coche.
Parece que Frances no es un sujeto capaz de caer en un trance profundo pero Peter si, y además posee facultades psíquicas. Bajo hipnosis, manifestó que ellos lo habían descubierto en sólo siete segundos.