Otro periodista que investigaba el Área 51 abandonó por miedo a las represalias. Un ingeniero electrónico dijo que había visto un platillo volante y estaba dispuesto a declararlo en un programa de televisión. Se echó atrás al percatarse de que era vigilado. Otro testigo fue amenazado directamente: "Sabemos que viaja mucho -le dijeron-, y no nos gustaría que usted o su familia sufrieran un accidente".
Ante la cámara, lazar se muestra frío, calmado y sin pretensiones. No alardea de conocimientos en temas que no domina. Ha contado siempre la misma historia, lo cual no es habitual en los falsos testigos. Pero él mismo tiene algunas lagunas: no ha podido demostrar documentalmente sus dos diplomas obtenidos en prestigiosas universidades norteamericanas, está arruinado y fue declarado culpable de regentar un burdel. Los motivos de lazar para dejar el anonimato son también dudosos. Asegura que lo hizo porque pensó que no dar la cara era un insulto para la ciencia y los ciudadanos de su país. Sin embargo, sus bocetos de la nave alienígena se han comercializado en forma de maqueta y ha vendido los derechos de su historia para hacer una película.
Lazar asegura que, entre 1982 y 1984, trabajó para la Iniciativa de Defensa Estratégica (la guerra de las galaxias) en el Laboratorio Nacional de Los Alamos, en Nuevo México, lo cual fue negado rotundamente por las autoridades, asegurando que no había ningún documento que probase dicho empleo Pero durante su investigación, el periodista George Knapp vio que el nombre de lazar constaba en el directorio telefónico interno de Los Alamos. Por otra parte, parece confirmarse por la declaración de la renta.
Desde entonces han salido a la luz mas datos. En 1995, una empresa alemana distribuyó un video titulado Secrets of the Black World, en el que aparecen varios testigos que aportan más información sobre lo que ocurría en el Área 51.