Comenzaremos picando dos almendras muy finitas, y reservándolas para decorar al final. Seguidamente, colocaremos el pan troceado en el vaso de la batidora, junto con el vinagre, dos cucharadas de agua, los ajos pelados, y el resto de almendras, y lo trituraremos todo bien, hasta conseguir una masa homogénea.
A continuación añadiremos el aceite poquito a poco, y luego el agua muy fría. Salpimentaremos el conjunto, y lo dejaremos reposar en la nevera alrededor de tres cuartos de hora.
Transcurrido ese tiempo, y en el momento de servir el ajoblanco a la mesa, lo haremos troceando las uvas y añadiéndolas por encima, junto con las almendras picaditas que teníamos reservadas |