Cuando llegó a su casa fue directo a su madre y le dijo que necesitaba 70 dólares para comprar un pozo para los niños africanos. Su madre le dijo que debia ganárselos él mismo y le fue poniendo tareas en casa con lo que Ryan se ganaba algunos dólares a la semana.

Finalmente reunió los 70 dólares y pidió a su madre que lo acompañara a WaterCan para comprar su pozo para los niños de África.

Cuando lo atendieron le dijeron que lo que costaba realmente la perforación de un pozo eran ¡¡¡2000 dólares!!!

Su madre le dejó claro que ella no podía darle 2000 dólares por más que limpiara cristales para toda la vida ... pero Ryan no se rindió. Le prometió a aquél hombre que volvería ... y lo hizo.

Contagiados por su entusiasmo, todos se pusieron a trabajar: sus hermanos , vecinos y amigos. Entre todo el vecindario lograron reunir los 2000 dólares trabajando y haciendo mandados y Ryan volvió triunfal a WaterCan para pedir su pozo. En 1999 se perforó un pozo en un pueblo al norte de Uganda.

A partir de ahí Ryan no ha parado de recaudar fondos por medio mundo buscando apoyo para ayudar a llevarles agua a los que viven en África.

Al día de hoy Ryan - con 19 años_ tiene su propia fundación y lleva logrados más de 400 pozos en África.

Se encarga también de proporcionar y de enseñar a los nativos a cuidar de los pozos y del agua.

Recoge donaciones de todo el mundo y estudia para ser ingeniero hidráulico.

Ryan se ha empeñado en acabar con la sed en África.

La solidaridad es uno de los "valores" que debe guiar nuestra vida. "Ser uno con el otro" y el mundo será un paraíso.