Tres hombres están desnudos tomando una sauna y, de repente, empieza a sonar un pitido.
El primer hombre, ingeniero de la Universidad Politécnica de París, aprieta su antebrazo y el pitido se detiene. Ante la mirada sorprendida del resto les dice:
- Es mi localizador. Tengo un microchip bajo la piel de mi brazo.
Unos minutos después suena una melodía polifónica y el segundo hombre, licenciado por la Universidad de Harvard, pone el pulgar en la oreja y el meñique en la boca y empieza a hablar.
Cuando acaba se dirige al resto y les dice:
- Es mi teléfono móvil. Lo tengo implantado bajo la piel de la palma de la mano.
El tercer hombre, un modesto comerciante , sintiéndose tecnológicamente desubicado, decide ausentarse un rato y aprovecha para ir al servicio. A los pocos minutos vuelve a la sauna con un pedazo de papel de water colgándole del culo.
Ante la estupefacción de todos los concurrentes se da cuenta y dirigiendose a ellos dice:
- Tranquilos, estoy recibiendo un fax.