Si te encuentras más alla de donde tus manos sean capaces de soportar el desgarre que producen las piedras y la entrada de tierra en tus llagas, es posible que tu necedad te haya hecho olvidar el dolor y te ciegue la ambición de sonseguir a como de lugar lo que deseas, pero si en el surco que has abierto no has encontrado un poco de lo que te pueda alentar a seguir, entonces detente un momento, tan sólo un segundo deja sentir el dolor que penetra hasta los huesos, pero nunca te quedes ahi, vuelve a mirar el surco que llevas analiza su profundidad y conserva la serenidad.
Depués de sentir el dolor desgarrante de la realidad que tu mismo conocias y no eras capaz de aceptar, entonces y sólo entonces completamente seguro de que en esta tierra no crecerá nada, levanta al vista al frente, despega tus rodillas del árido suelo que te recibio más no te abrigó y da la vuelta.
Camina solo, porque únicamente tu eres capaz de ser tus propias muletas, limpia tus manos y sanalas, la lucha no siempre debe continuar, a veces aunque se piense lo contrario es bueno dejar de luchar pues un guerrero ciego, herido e infectado en un campo de batalla no tiene esperanzas y date cuenta de algo, no hay culpables en el juego de vivir, si tu vuelves a mirar hacia atrás posiblemente te darás cuenta que aimple vista esa tierra estaba agrietada y que tu no tenias suficiente agua para sacirla.
Ahora contesta ¿ hace cuánto no veías el amanecer ? y no ¿ amanecia en realidad ?, si eres capaz de salir del dolor, si entonces me miras y me dices: "queda mucho por andar" y vuelves a mirar atrás encontrando ese inmenso desierto, revisa primero tus manos, si te sientes capaz de cargar sobre tu espalda toda el agua del mar, entonces más alla, del otro lado te esperare, si llegar te abrazare, sino, entonces yo a ti te rescatare.