Estaban los dos viejitos en la cama: -
¿Sheshenta shetenta?- La viejita lo mira extrañado, y el viejo repite. -
¿Sheshenta shetenta? - ¿Que? -responde al fin la vieja. -
¿Sheshenta shetenta? - ¿Ah? -contesta la vieja.
El viejo estira la mano hasta la mesa de luz, saca la dentadura del vaso con agua, se la introduce en la boca y procede: - !!¿¿Se siente que entra??
¡¡ La viejita coje la dentadura y responde.
¡¡Que me entra bien!!