Este enfoque de la Navidad desde distintas perspectivas, es la continuidad de dos mensajes que han sido dados con anterioridad. Se ha mencionado la perspectiva desde el punto de vista de Jesús, desde el Padre y desde el punto de vista de María. En esta oportunidad se verá la perspectiva de los ángeles y los pastores.

“Había en esa ciudad unos pastores que velaban y cuidaban las vigilias de la noche sobre su rebaño”. El primer punto es: ¿Por qué Dios, teniendo el mensaje más grande que anunciar que era el nacimiento de Jesús en el mundo le dice a un ángel “ve y cuéntaselo a los pastores que están ahí cuidando a sus ovejas?” Siendo Dios, pudo habérselo contado a cualquiera. Cuando usted tiene una noticia muy grande se lo cuenta a personas importantes. Meditemos por qué Dios, teniendo el mensaje más grande y extraordinario de la historia, decide compartirlo con los pastorcillos.

Mientras más grande es el mensaje, es más difícil de creer en las esferas o los círculos que se consideran mayores. Mientras más inteligente, intelectual o sabio se cree el hombre, menos cree en el mensaje de la Navidad. La Biblia dice: “Son tan inteligentes, que se han hecho necios” “son tan listos que se han convertido en tontos” las grandes mentes y los grandes científicos creen en la evolución, en la existencia del universo por pura casualidad o alineamientos de masas y explosiones cósmicas.

En un artículo publicado en un periódico local, escribí sobre el Darwinismo, y algunas personas quienes lo leyeron no estuvieron de acuerdo, se enfadaron al respecto. Fui catalogado ignorante, alguien quien vive en la época del oscurantismo por creer aún en historias de cuentos de hadas que dicen que hace dos mil años, en Belén de Judea, el Salvador del mundo nació, Jesús el Cristo, el Hijo de Dios. Las personas que comentaron mis artículos no eran las indicadas para compartir la buena noticia, tampoco podía haber sido compartida con científicos quienes no lo hubieran creído ni celebrado.

La Navidad desde el punto de vista de los pastores y es recibir el mensaje del Señor. Mientras más sencilla y simple es la persona que recibe el mensaje de salvación, más fácil es de creer. Para recibir de Dios hay que humillarse, la Biblia dice que quien no se haga como un niño, no puede recibir el reino de los cielos. Aunque se piense que los niños aún no entienden casi nada de la vida. Dios no compartió su mensaje con ninguna persona que no lo hubiera creído, sino lo compartió con personas que estaban dispuestas a creerle. Es más inteligente creerle a Dios que creerle al hombre.

Este es un ejemplo para las personas que no creen en la vida después de la vida:

En el supuesto que Dios no existe y que fuésemos el resultado de la casualidad, alguien decide vivir su vida como si efectivamente Dios sí existe. Vive su vida bien, con gozo, con libertad, con paz. Entonces muere, y como no hay eternidad ni juicio, no hay que darle cuentas a nadie porque no hay creador, entonces muere bien, sin nada que perder. Ahora bien el segundo caso, si Dios si existe, y una persona que no cree en Dios vive su vida desordenada, en pecado, en desobediencia y en libertinaje al morir tendrá que confrontar la verdad. Quien cree que sí hay Dios no pierde nada en ninguno de los dos casos, pero el incrédulo es quien corre el mayor riesgo.

Según la inteligencia natural humana creer en Dios es ser tonto. Pero Dios opina “El tonto en su corazón dice que no hay Dios”. Por creer en Dios a algunos les llaman tontos, y a quienes no creen en Dios, Dios les  llama  tontos.

La Navidad es aceptar el mensaje del Cielo, es no creerse tan intelectual, tan increíblemente desarrollado por encima de todos y que estos son únicamente mortales ignorantes. Es humillarse un poco y reconocer que Dios sí le ama. Y le está demostrando su gran amor a través de haber enviado a su único hijo a nacer a morir y a resucitar al tercer día, para darnos salvación.

Para los ángeles la Navidad era el momento de anunciar la noticia más grande y más extraordinaria de todos los tiempos. Ángel significa “mensajero”. En las historias del Antiguo Testamento ángeles han anunciando la Palabra de Dios, pero ese punto en la historia se refiere al mensaje más grande que se pudo transmitir. El anuncio del nacimiento del Salvador del mundo. Si lee en el Antiguo Testamento eventualmente bajaba un ángel y traía mensajes, pero cuando Nació Jesús, vinieron todas las huestes celestiales a la tierra y fue celebrado.

Creemos que estos tiempos son para dar a conocer este mensaje. Si los científicos informan que encontraron parte del eslabón perdido, ¿Por qué nosotros no abriremos nuestros labios para decir que hemos encontrado al dador de la Vida, al que nos amó hasta la sangre con su muerte en la cruz del Calvario? Teniendo el mensaje más extraordinario que contar, no podemos callar.

Tenemos los recursos y medios de comunicación para aprovechar la libertad que Dios ha puesto delante de nosotros. Hay países como México donde no existen medios de comunicación Cristianos, en Guatemala abundan. Dios nos ha dado la libertad para hablar, para declarar y gritar a los cuatro vientos que Jesucristo es el Hijo de Dios y Él es el Señor.

La Navidad es la oportunidad de compartir la Palabra. Cuando alguien le informe sobre las noticias o documentales de ciencia, usted cuente que ha leído la Palabra de Dios, por qué no unirse usted al mensaje de los ángeles y a la celebración y declarar Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz y buena voluntad para con los hombres.

No es lo mismo recibir una noticia que anunciarla. Los pastores la estaban recibiendo y los ángeles la estaban contando. Dios pudo haber guardado ese secreto de sus huestes celestiales, pudo no haberles dicho, pero les dijo a los que estaban cerca de Él que el momento había llegado. Era un plan de Dios desde antes que los ángeles existieran, desde antes de la fundación del mundo, se supo en el cielo y se supo en la tierra para ser celebrado en ambos.

“pero el ángel les dijo –no teman- porque yo les doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador que es Cristo el Señor” Esto servirá de señal hallaréis al niño envuelto en pañales acostado en un pesebre”

La navidad desde el punto de vista de los pastores es creer la absoluta grandeza de Dios y al mismo tiempo su increíble simpleza en la humanidad

Nació el Salvador del Mundo y al analizar que fue en un pesebre resulta contrastante.

La Navidad es aceptar la grandeza de Dios, su divinidad, su humanidad su sencillez y su simpleza. Añadido esto al primer mensaje, cómo podían creer los grandes, los reyes, cuando los ángeles les dijeron “Ya nació el Rey de Reyes y Señor de Señores” ¿Y dónde está? en Belén en un pesebre. Parecía imposible, que un Rey naciera en un pesebre. Pero Dios identificaba con la humanidad su divinidad y su realeza. Nunca encontrará otro Rey como éste que se identifique con la humanidad. Los reyes en el mundo no le darían dos minutos de su tiempo, porque usted es alguien simple. No es de sangre real. Primero van a preguntar cuál es su apellido y al usted decirlo, le cuestionarán ¿Quién es usted para acercarse a la realeza? Pero este Rey dejo todo para venir a habitar entre la humanidad.

Navidad es entender cuán grande es Dios y al mismo tiempo tan fácil tan accesible, tan cercano.

“–No teman- porque yo les doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo” La Navidad es tiempo de gozo. El gozo no tiene relación con las circunstancias externas, si todo va o sale bien sino que es el resultado directo de la relación con el Señor. Es el enfoque del nacimiento del Salvador el cual da gozo e invita a alabar y bendecir.  Pero si el enfoque es en si mismo se tendrá tristeza.

Los ángeles y los pastores entendieron que cuando nacía Jesús humanamente hablando, estaba naciendo la verdadera paz y Dios expresaba su buena voluntad para con los hombres. Navidad es entender que Dios hizo lo que tenía que hacer para expresar su amor y que no está en contienda con el hombre sino que tiene buena voluntad. No está Dios en el cielo esperando ver como le destruye, sino como le rescata. Lo que dijo Dios es que no envió a su hijo para condenar al mundo sino para salvarlo. Esta es la máxima expresión en que alguien puede decirle que lo ama.

Los ángeles celebraron algo que ellos mismos no tienen, La Biblia dice en el libro de Hebreos que no hay redención para los ángeles, que no socorrió a los ángeles sino socorrió a la descendencia de Abraham. Los ángeles están gritando Gloria a Dios en las alturas, pero en realidad los ángeles que cayeron no tienen esa oportunidad. No hay redención para un ángel. Ellos sin ser los beneficiados directos cantaron “Gloria a Dios” y nosotros, siendo los receptores directos y absolutos no lo hacemos con tal gozo. Ni las maravillas más lindas en este mundo, ni los volcanes, ni los lagos ni océanos, ni la luna ni las estrellas son los receptores directos, sino el hombre es el receptor directo de la Gracia Divina Bendita de Dios por la cual Jesucristo se entregó a si mismo. ¡Cuánto más debíamos celebrar nosotros! Si las criaturas angelicales cantan y no es el beneficio para ellos sino para nosotros. Ese día los pastores entendieron la buena disposición y el amor de Dios para con nosotros.

“Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño” Navidad desde el punto de vista de los pastores, Es el momento para entender que solo debemos tener ojos para Jesús.

Los ángeles les dijeron a los pastores “os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador que es Cristo el Señor” Este enunciado no menciona a sus padres. No dijeron el nombre de María ni de José. El enfoque del cielo y de los pastores fue Jesús.

Navidad es el momento para entender que los ojos de los humanos no deben estar en José ni en María, ni en los animales ni en el pesebre ni en los sabios que le visitaron,  el cielo solo dijo es el Salvador del Mundo llamado Jesús.

Mateo 2:11

y al verlo se postraron y lo adoraron, y le ofrecieron sus presentes”. Los sabios llegaron con la misma actitud de los pastores, a buscar y a adorar al Rey nacido. Cuando al encontrarlo se postraron y ofrecieron su corazón, sus tesoros y su atención.

Navidad es el momento para tener la vista únicamente en Jesús el hijo de Dios y adorarle.

“los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto como se les había dicho”

La Navidad desde el punto de vista de los pastores es el momento para glorificar a Dios pero con revelación. Ellos vieron a los ángeles y les pareció hermoso, pero cuando vieron y conocieron a Jesús, regresaron con un canto diferente. No es lo mismo cantar acerca de Jesús que cantar conociendo a Jesús.

Hay personas que cantan acerca de Jesús pero no le conocen. Quizá lo hacen como algo cultural. Es una repetición de cosas en el intelecto sin conocer el significado. Para que un canto tenga vida, debe ser como el de los pastores, postrándose y diciendo “Este es el niño de quien se nos hablo”, y luego de haberle conocido, pase de estar en un pesebre a estar en el corazón, glorificando a Dios con un canto nuevo, esa canción será diferente. La letra tendrá vida en su corazón.

Navidad es la época para inspirarse en Dios y decirle las palabras más hermosas desde el corazón. Así como se le escriben cosas hermosas y palabras sublimes a otra persona, así de propia inspiración darle las palabras con mayor significado llenas de alegría y gratitud, como María dijo:  “engrandece mi alma al Señor”.

¿Eres tu tan humilde cómo para que Dios te haya tomado en cuenta en la más grande de las noticias? ¿Eres tu tan humilde qué Dios también hubiera querido compartirlo contigo? ¿Hay demasiado orgullo en tu corazón y tanta autosuficiencia, tanto intelecto que en tu corazón que todavía no puedes creer por la fe en este mensaje, simple y profundo, en esta Palabra de Dios? ¿Has hecho como los pastores quienes finalmente decidieron moverse de dónde estaban para ir a Belén? ¿Te puedes mover de tu estado actual a un estado de fe? ¿Puedes dejar por un momento dejar tu orgullo religioso y abrazar la relación con Cristo?

Se debe ser suficientemente humilde y sensato, tener fe, creer el mensaje de Dios. Él no esta molesto con nadie, lo dice por medio de su hijo Jesús quien nos ama y que todo lo que le toco sufrir es para que poder gozar de la Gloria de Dios. Cristo vino del cielo a la tierra para que podamos ir de la tierra al cielo. Cristo fue humillado para que fuéramos coronados. Cristo llevó nuestros pecados para que fuésemos  justificados. Sus heridas nos dieron sanidad, su vergüenza en la cruz la honra delante del Padre, su muerte la vida. Su separación del cielo la bienvenida en la presencia del padre. Cómo poder callar si Él lo es todo.