La cuestión es que ha quedado atrás la algarabía del primer momento y nos encontramos con la casa llena de regalos, entre los de Navidad y Reyes. Algunos acertados, pero otros inútiles y otros poco adecuados para su etapa de desarrollo.
Tal vez al comprarlos no nos hacemos una idea, pero al ver a nuestros hijos jugar con ellos enseguida podemos darnos cuenta si los regalos que hemos comprado han sido un éxito o no.
Probablemente el regalo que tanto pedía lo haya desilusionado pues en la tele hace un montón de cosas que en casa no, o por el contrario al regalo que menos fe le teníamos y hemos comprado “por rellenar” ha sido el más popular.
Un problema a resolver en casi todas las casas por estos días es “dónde guardaremos los regalos”, una cuestión que no solemos tener en cuenta a la hora de dejarnos llevar por el consumismo navideño. Una buen medida es por cada juguete nuevo donar uno viejo y así evitamos acumular juguetes que ya no usan.
Sea como sea, espero que en vuestras casas los regalos hayan sido todo un éxito y que los niños estén disfrutando a pleno de los juguetes que han recibido. Si no ha sido así, habrá algunas cosas que deberemos tener más en consideración el año próximo.
¿Qué tal los regalos por vuestras casas?