¿Qué es para mí la Pascua?

2. Es un tiempo propicio para juzgar

3. Es un tiempo propicio para actuar y comprometerse

1. Es un tiempo propicio para ver

a.. si el misterio de la "vida y muerte" de Jesucristo son "caminos" que yo he tomado,
b.. si el misterio de la "resurreción" del Senor, creído por mí, proyecta mi mirada hacia el más allá de esta existencia terrena, o sigo aferrado a mi historia contingente, frágil,
c.. si mi "esperanza cristiana" se asienta en tierra firme de "confianza en Dios", y resiste cualquier tipo de tormenta y tentaciones, o más bien tambalea sobre arena, sin echar raíces profundas,

d.. si mi lectura o visión espiritual de los "acontecimientos" que afectan a mi vida la hago desde el triunfo final del Senor resucitado, o sólo desde el triste camino del calvario,
· si para mí la "unión con Cristo", muerto y resucitado, es auténtica "fuente de
alegría" que me conforta y compromete vitalmente, o sólo una ritual y fría de
ser cristiano,

a.. si he aprendido a hacer de mi vida una "ofrenda", como la de Cristo, o me dejo abrazar por demasiadas ataduras que me llevan a vivir cargado de egoísmo.

2. Es un tiempo propicio para juzgar

a.. por qué mi conocimiento y adhesión a Cristo es superficial, y no acepto su "camino",
b.. por qué, a pesar de creer en el más allá con Cristo resucitado, sigo más apegado a los bienes e intereses terrenos que a los celestiales,
c.. por qué soy y me muestro en la vida real ( pasional, afectiva, económica, social..) tan titubeante en la fe, tan poco arraigado en la esperanza teologal, tan materialista,
d.. por qué no sobrellevo con más serenidad, paz, aceptación, conformidad, mis problemas de todo tipo, y vivo excesivamente nervioso, amargado y recalcitrante,
e.. por qué tengo tántos momentos de tristeza, de abatimiento, de crisis, si en mi horizonte final está el misterio de Cristo resucitado,
f.. por qué me cuesta y me resisto tan fuertemente a hacer de mi vida una ofrenda al Senor y a mis hermanos, con generosidad, afecto, dispobilidad, participación.

3. Es un tiempo propicio para actuar y comprometerse

a.. en el seguimiento fiel de Jesucristo, asumiento el espíritu de las bienaventuranzas en acciones concretas que se me presentan cada día,
b.. en el desapego de intereses concretos más o menos materiales que me esclavizan,
c.. en la vivencia de la fe, esperanza y amor divinos que me lleven a hacerme más humano y sensible para con Dios y con los hermanos en el quehacer diario,
d.. en una forma de vida intensa, pero, al mismo tiempo, más relejada, menos vulnerable ante las dificultades, ingratitudes, desavenencias, poniéndome en manos del Senor,
e.. en la elevación del tono alegre, jovial, positivo, que debería ser propio de una hija/o de Dios, haciéndome creador de paz, armonía, solidaridad,
f.. en la cercanía a los demás, desde un espíritu abierto, acogedor y comprensivo ....

"Ante todo, quisiera deciros que la Iglesia no puede prescindir de la Acción católica. La Iglesia necesita un grupo de laicos que, fieles a su vocación y congregados en torno a los legítimos pastores, estén dispuestos a compartir, junto con ellos, la labor diaria de la evangelización en todos los ambientes" JPII 26/02/2002