Otra historia china de un emperador, nos habla de la amistad y hacer amigos. Se cuenta que una región se sublevó contra el emperador.
Entonces, el emperador con furia predijo que aplastaría a sus enemigos con sus ejércitos. Se prepararon para la batalla y se constituyeron en la región rebelde.
Al llegar, mandó a llamar a representantes de los insurgentes y los trató con la mayor amabilidad y amistad. Escuchó atentamente sus problemas y les dio solución. Luego ingresó a los pueblos en paz y armonía.
Sus generales no cabian de su asombro. Le preguntaron el porqué no había aplastado a sus enemigos como había mencionado.
El emperador sonriente les dijo: es cierto yo iba a destruir a mis enemigos, pero no veo ninguno, ya que todos ahora son nuestros amigos.