Un borracho está tratando de abrir la puerta de su casa, cuando, de pronto, llega la policía y le cuestiona por qué está tratando de entrar a ese lugar.
"¡Pero si ésta es mi casa!", se defiende con voz estropajosa el temulento.
Para aclarar las cosas, hace pasar a los agentes del orden, señalándoles:
"Ven esos muebles: son mis muebles, yo los compré. Ven ese televisor: es mío, yo lo compré".
Luego, los hace pasar al dormitorio matrimonial:
"Ven a esa mujer que está durmiendo en mi cama: esa es mi esposa. Y ven al que está durmiendo con ella: ese soy yo". |