Construye lo que amas, y comienza dentro de ti, como el arquitecto que ve en su mente mucho antes, la casa que va a construir. Luego ponte en marcha! Si se te cierra una puerta, no temas, hay otras que se abren, y se abrirán para ti, pero, no te quedes mirando la puerta, franquéala!, con paso firme, la mirada resuelta, crúzala con el pie derecho, diciéndote : ¡Dios está conmigo!Que las ganas de vivir te llenen, y eso sea tu propio alimento colmándote de entusiasmo.
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