Dulce niño...
Quien te puede consolar,
si de ese mundo nadie te saca,
quien se atreve a decir,
ellos han elegido vivir así.
Si puedo leer en su expresión,
el dolor desgarrador,
y perdóname si te digo,
que siento tu dolor casi mío.
Se que no es justo,
y nada se ante ti,
no soy nadie ante tu imagen,
yo se que tu..., si podrías escribir.
El dolor de la soledad,
tintar en rojo sangre las letras,
describiendo la crueldad,
del hambre, las guerras... .
En tus oídos aun retumban,
las bombas estallar,
en tu mirada se deslumbra,
las imágenes de niños como tu,
de hombres y mujeres,
corriendo bajo ruinas,
rezando para no morir,
tras el desgarrador sonido,
de un chasquido...,
de una bala sin nombre,
que puede entrar en el cuerpo,
apagando todo sin sentimientos.
Pieles quemadas,
cuerpos mutilados,
hambre en las entrañas,
frío entre escombros.