"A veces nos preguntamos por qué nuestros
amigos siguen mandándonos
bromas sin escribir una palabra;
quizás esto pueda explicarlo...
Cuando estás muy ocupado pero todavía
quieres mantenerte en contacto,
adivina qué haces: reenvías bromas.
Cuando no tienes nada para decir
pero igualmente quieres
mantenerte en contacto, reenvías bromas.
Cuando tienes algo para decir
pero no sabes qué y cómo, reenvías
bromas.
Para hacerte saber que
eres recordado todavía,
eres importante todavía,
eres querido todavía,
se cuida de ti todavía,
se te necesita todavía,
¿adivina lo que recibes?
Una broma reenviada.
Entonces, mi amigo,
la próxima vez que recibas
una broma de mi parte,
no pienses que he enviado
simplemente una broma...