¿A quién quieres para
tu vida?
¿Cómo
sería el hombre junto al que te gustaría pasar la vida?
¿Qué
cualidades debe tener?
Es
necesario que nos hagamos estas preguntas
para
no acabar aceptando lo que nos venga.
Somos
mujeres, cada cual somos únicas, bellas y valiosas.
Merecemos
un buen hombre que nos sepa valorar,
y
si no queremos rebajarnos y aceptar a cualquiera,
antes
debemos tener claro lo que queremos.
¿Te
has detenido a pensar en qué es lo quieres para ti
Y
a quién quieres para ti?
Nos
dicen que debemos elegir a un
hombre
que sea virtuoso, pero lo cierto es que no
debemos
estar con un ser que esté estereotipado
como
“perfecto” sino que debemos estar con uno que
sea
un buen compañero y esté con nosotras
más
desde la humanidad que desde la perfección.
Y
es que si lo piensas de nuevo, la
perfección no existe
y
menos en los seres humanos que tenemos la venturosa
dualidad
de poseer defectos y cualidades.
¿A
quién queremos para nuestras vidas?
Es
una pregunta que va más allá del narcicismo
y
se enfoca en la sensatez, porque a pesar de
que
tengamos una visión romántica de los menesteres
del
amor y pensemos que cuando éste llegue cambiará
todo
para bien y todo será maravilloso, no podemos e
ngañarnos
ni cubrirnos con falacias:
¡hay
cosas con las que no podemos convivir!
Podemos
aguantar un ronquido y hasta
nos
puede parecer sexy, podemos aguantar ciertos niveles
de
mal humor y hasta parecernos divertido,
podemos
aguantar ciertos caprichos y hasta
parecernos
cautivantes…
Pero
¿podemos cargar con los celos excesivos?
¿Podemos
cargar con la violencia?
¿Podemos
cargar con la indiferencia?
¿Podemos
cargar con las imposiciones?
¿Podemos
cargar con las subvaloraciones?
Es
tan simple como decir: “si yo rechazo la violencia,
no
encajo con alguien que empuña un arma”,
“si
yo soy un espíritu libre, no encajo con una persona posesiva”,
“si
yo soy tolerante, no encajo
con
un ser que busca excusas para discutir”,
“si
yo repelo la mentira, no encajo con un mentiroso”.
El
amor no es de reglas, el amor es libertario,
pero
seguramente un ser humano que posea las características
anteriores
no sabe amar o nunca lo ha hecho.
¡Qué
bonita es la teoría de los polos opuestos!
Pero
ella no se refiere a que los violentos se enamoren de las pacifistas,
a
que los de mal genio se enamoren de las sonrientes
o
a que los mentirosos se enamoren de las sinceras.
No
se trata de llenarnos de prejuicios,
sino
de mirar con claridad a la otra persona sabiendo que el amor
se
trata de dos almas que encuentran un equilibrio cuando están juntas,
y
no de dos espíritus que cojean y necesitan de un bastón de apoyo y
supervivencia.
No
sabemos quien acabará siendo nuestra pareja,
pero
nos conocemos a nosotras mismas
y con base a ello
podemos
decir qué aguantamos y qué no, razón por la cual
no
está por demás elaborar una pequeña lista con las cosas
que
según nuestra personalidad pueden agradarnos
o
no de otro ser humano. Haz
de cuenta que estás en la escuela de las relaciones de pareja:
quien
apruebe tu evaluación de admisión, será porque ha sabido valorarte
sin
herir tu naturaleza ni tus creencias, será quien ha elegido caminar
en
lugar de correr, será quien ha elegido comprender en lugar de juzgar,
será
quien ha sabido conocer sin desear modificar,
será
quien no te cambia por alguien más joven,
será
quien sabe compartir, será quien have que siempre
quieras
ser tu misma y te sientas alegre de abrir
tu
corazón incluso en los días de tormenta.
No
te relaciones con cualquier hombre
simplemente
para huir de tu soledad.
Tú
eres una mujer especial y debes darte la oportunidad de estar con
alguien
que reconozca tu valía y haga lo necesario para estar contigo.
Somos
hermosas aves que surcan los cielos de la vida,
no
debemos detener nuestro vuelo para ser alcanzadas, por el contrario,
quien
de verdad quiera amarnos se alistará para la larga travesía
que
le implica el llegar hasta nuestro corazón.
© Autor: Lluvia
Bendiciones!!!
Alex & Odris