no lo arranquen,
disfrútenlo.
Si encendemos
chimenea, compramos vino,
calentamos el
jacuzzi y los recibimos desnudas,
sean lentos con el
romanticismo.
¡No sean tan
rápidos!
8. Palabras:
Todas las mujeres coinciden en
que
el clítoris está
en los oídos.
Que les digan que
les gustan, que son bellas,
que están
excitados, que les fascinan,
que las
quieren
(¡cómo les gusta
que las digan que las quieren!).
Ojo con volverse
mandones:
“hazme esto, hazlo
así, quiero esto, etc.”
“Hay que saber
decirlo”.
9. Dos seguidos, no:
Calidad en vez de cantidad. Una vez se
acaba,
un vinito, una
charla, unos besitos.
El que vuelve y
ataca, ¡uf! A veces es pesadilla.
(Bueno, esto lo
dejamos a consideración de cada quien, ¿verdad?)...
10. Adiós
ronquidos:
Por muy bueno que sea en la cama,
el que acaba y se
duerme de inmediato es,
en vocabulario
femenino, un perfecto imbécil.
Así que a
mantenerse despiertos una horita por lo menos...