pero ahora notamos todos esos errores que antes,
por el encantamiento del amor, minimizábamos:
sus faltas de atención y detalles,
sus malos humores que “descargaba” con nosotras,
sus silencios, sus palabras necias…
En definitiva, él ya no era el hombre
del cual nos enamoramos,
alguien nos lo había cambiado sin previo aviso… Ahora,
¿qué hacemos nosotras?
¿Por qué permanecer al lado de quien nunca amamos?
¿Por qué estar con quien solo nos regala decepciones?
No se trata de que busquemos culpables por lo que ya pasó.
De lo que se trata es de buscar alternativas
para sanar un corazón que ha sido desgarrado
por la tristeza de un mal amor.
No te aferres a un hombre que no existe,
no hay segundas oportunidades para un hombre moneda:
nos muestra su cara para enamorarnos y tenernos con él;
pero cuando siente que estamos “seguras” en su vida,
nos muestra su sello y nos convierte
en basuras que puede tratar como se le antoje.
¡No! ¡Nosotras merecemos más!
Y así amemos a alguien o lo que algún día fue de él,
así tengamos ese fuerte sentimiento
palpitando en nuestro pecho,
no acabemos con nuestra dignidad,
siempre habrá fuerza para decir:
“¡sin ti mi vida es mejor!”
No esperemos un cambio de
quien nunca va a hacerlo.
Quienes quien debe cambiar
somos nosotras mismas y debemos empezar
por sacar de nuestro mundo
a quien sólo nos ocasiona llanto.
El amor verdadero jamás daña,
¿por qué crees que ese desgraciado ser te lastimó?
No fue porque te amaba,
sino porque nunca lo hizo.
Aun es tiempo de recuperarnos a nosotras mismas,
¿crees que eres valiosa?
¿Sí? ¡Entonces demuéstralo!
Ámate mujer,
tú misma eres el inicio
de un amor verdadero.
© Autor: Lluvia de amor.
Bendiciones!!!
Alex & Odris
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