Yo no lo podía comprender, estaba en un hoyo del cual yo misma rehusaba salir, porque si dejaba que mi otro yo aflorara no te vería más. No te gustaban las peleas, sólo quería palabras bonitas y que la casa tuviese las comodidades para que al venir te sintieras a gusto. Durante tus largas ausencias me fui enfermando de tanto esperar, ya no era ni la sombra de lo que habías conocido, lo había perdido todo, me aislé de todos lo que me hablaran mal de ti, porque tú para mi eras mi mundo.
Fue tanto el desgate de la relación que caí enferma, tú no apareciste por ningún lado. Todo estaba acabado para mí, sin ti ya no quería vivir, no podía ni respirar si no estabas tú, era dependiente de ti, total y absolutamente de ti.
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