Convocar la belleza
Para nosotras, una forma de llevar adelante esta política es convocar la belleza siempre que es posible y las que somos poetas lo hacemos a menudo en el espacio Compartir poesía, que está al cuidado de Graciela Hernández Morales
Este es el nombre que le hemos dado a una relación viva de poetas vivas, que nos hemos ido buscando y encontrando, desde que se creó Entredós, para reunirnos quincenalmente y darnos medida unas a otras sobre nuestra obra, mientras disfrutamos de las últimas creaciones de las demás y damos a conocer las nuestras.
Solemos reunirnos unas obro o diez, pero no es un grupo cerrado, ya que pueden venir otras que hayan establecido relación con alguna de las que estamos allí, que hace de introductora y mediadora con las demás a la recién llegada. Tampoco es un grupo abierto a cualquiera, porque necesitamos la intimidad y la confianza que nos da la frecuentación y la relación continuada, por eso pedimos a la que llega que comparta con nosotras el amor a la palabra poética que dice conversad y que se acerque con una actitud de reconocimiento de autoridad a la práctica de las que ya estamos allí, poniendo a disposición de las otras la obra que ella trae: para que podamos disfrutarla, para que pueda aprender con nosotras y también para enseñarnos lo que ella sepa.
La experiencia de asistir a Compartir poesía, de preparar una lectura pública o de seleccionar poemas para su publicación, es una de las cosas más felices que me han ocurrido desde hace mucho tiempo con la poesía. La disparidad entre nosotras es muy grande en cuanto a experiencias, orígenes, saberes, formas y estilos creativos y fuentes de inspiración. Sin embargo, quincena tras quincena hemos conseguido preservar intacta esa disparidad, que es nuestra riqueza, a pesar de que todo el tiempo estamos intercambiando, dando y dejándonos dar por las otras y opinando con mucha libertad sobre la creación de cada una.
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