¿Cuántas veces te dije que me estabas perdiendo? que el dolor que causabas marchitaba mi amor pero tú no escuchabas lo que estaba diciendo y vivías a solas con tu mundo interior.
¿Cuántos gritos de angustia yo esbocé con horror? esperando ese gesto que te estaba pidiendo, pero tú te ausentabas y acababas huyendo sumergido en un mundo que creías mejor.
Hoy tu voz me reclama suplicando cariño evocando los años en que tanto te amaba y pensando que nunca se muere el sentimiento.
Hoy te digo lo siento, pero todo se acaba, se acabó mi ilusión y se acabó tu momento, yo no soy tu juguete, tú, tampoco eres niño.
¡Hoy de olvido me tiño! y me esfumo en el suspiro de tu último aliento, mi tormento de ayer, ahora es ya... ¡tu tormento