Son muchas las ocasiones en que la lectura se transforma en un hábito para todos. Un hermoso hábito por cierto, pero la mayoría de las veces esta lectura rápida a la que estamos acostumbrados, no pasa más allá de un plano estrictamente literario y racional.
Te invito esta vez a hacer una prueba. Porque no intentas leer detenidamente algún párrafo cualquiera, de un periódico, una revista, un libro, o de cualquier página en internet. Presta atención a lo que despierta en ti… No hablo de pensar y desmenuzarlo con la mente, como lo hacemos todos habitualmente… hablo de reflexionar desde el corazón y el sentimiento. El ejercicio es muy simple, consiste en dejarte llevar por tu propio instinto. Si lo crees necesario dile a tu mente que muchísimas gracias por todo lo que te aporta, pero que durante los próximos 5 minutos es el turno de sentir. Reflexiona sin usar la mente, siente, guíate por tu instinto que es el único que nunca te fallará.