Acción de paz
La paz es uno de los tesoros más deseados los días actuales.
Mucho se ha invertido para conseguirse un poco de ese bien tan precioso.
Pero será que nosotros, individualmente, hemos hecho inversiones efectivos
visando tal conquista?
Lo que generalmente ocurre es que hemos invertido nuestros esfuerzos en
la dirección contraria, y de manera impropia.
Es muy común desear la paz y recogerla por caminos torcidos,
que acaban distanciándonos de ella aún más.
El Espíritu Emmanuel, a través de la mediunidade de Chico Xavier,
escribió, cierta hecha, un mensaje que intituló acción de paz.
He ahí su contenido: “Aflicción condensada es semejante a la bomba
de mecha corta, lista a explotar a cualquier contacto esfogueante.
Indispensable saber preservar la tranquilidad propia, de modo a que seamos
útiles en la extinción de esa o de aquella dificultad.
Decerto que para cooperar en el establecimiento de la paz,
no nos sería lícito interpretar la tranquila por inercia.
Paciencia es la comprensión que actúa sin barullo, en apoyo de la seguridad general.
Reflejando con acierto, recibe la hora de crisis sin cualquier idea de violencia,
porque la violencia siempre induce al estrangulamiento de la oportunidad de auxiliar.
Delante de cualquier información desastrosa, recoge revestirte con la serenidad
posible para que no te transformes en un problema, pesando en el problema
que la vida te pide resolver.
No ahogues el pensamiento en las nubes del
pesimismo, mentalizando ocurrencias infelices que probablemente jamás aparecerán.
Evita juzgar personas y situaciones en sentido negativo para que el
arrepentimiento no te corroa las fuerzas del espíritu. Si te encuentras delante
de un caso de agresión, no respondas con otra agresión, a fin de que la intemperança
mental no te precipite en la zanja de la delinqüência.
Pacifica la propia sensibilidad, para que la razón te oriente los impulsos.
Si conservas el hábito de orar, recurre a la plegaria en los instantes difíciles,
pero si no posees esa bendición, medita suficientemente antes de hablar o de actuar.
Los impactos emocionales, en cualquier parte, surgen en la carretera de todos;
guarda, por eso, la fe en Dios y en ti aún, de manera la que no te alejes
de la paz interior, a fin de que en las horas sombrías de la existencia pueda
tu paz convertirse en bendecida luz.
”Las palabras lúcidas de Emmanuel nos sugieren profundas reflexiones en torno
a nuestra acción diaria. Importante que, en la búsqueda por la paz no
vengamos a ser causantes de desorden y violencia.
Creando un ambiente de paz en la propia intimidad, podremos colaborar en una
acción efectiva para que la paz reine en nuestro hogar, de entrada, y,
después pueda extenderse mundo afuera.
Si una persona estuviera permanentemente
en acción de paz, el mundo a la su vuelta se beneficiará con esa actitud.
Y si la paz mundial aún no es realidad en nuestro planeta,
hagamos paz en nuestro mundo íntimo.
Esa actitud sólo depende de una única decisión: la suya.
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Su paz interior es capaz de neutralizar el odio de muchas criaturas.
Si usted mantuviera acesa a llama de la paz en su intimidad, entonces
podemos creer que la paz mundial está bien próxima.
Porque, en la verdad, la paz del mundo comienza en el íntimo de
cada uno de nosotros.
Equipo de Redacción del Momento Espirisista,
con base en mensaje del Espíritu Emmanuel,
del libro Urgencia, psicografia de Francisco C. Xavier.
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