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Carta de un elefante al Rey de España
Por: Juan Arias | 16 de abril de 2012
Majestad, acabo de recibir una carta de un elefante de Botswana con el ruego de que se la haga llegar. No sé aún por qué escogió a este periodista para dicho trámite. Quizás porque los elefantes son uno de los animales con mayor memoria y él recuerde que cuando su Majestad era aún Príncipe y yo trabajaba en los servicios culturales de la RAI-TV en Italia, después de haber prometido no seguir escribiendo para España en protesta contra el proceso de Burgos, durante la dictadura franquista, me pidió para ir a conversar con Usted y su esposa la entonces Princesa Sofía.
Su Majestad nació en Roma y siempre se había interesado por la política italiana. Quería entonces saber cómo estaban las relaciones entre el Partido Comunista (PC) y la Democracia Cristiana.
El elefante quizás se recuerde que yo pasé una tarde con sus Majestades los Príncipes en Madrid. Y quizás recuerde algunas cosas que me dijeron entonces. Por ejemplo lo que pensaban del Opus Dei y de los comunistas y de la derecha franquista. Lo que me dijo acerca de que quería ser “Rey de todos los españoles” y que una persona como su Majestad que había recorrido el mundo sólo podría ser un “Rey democrático”. Ah, y también que de lo que más iba a sufrir cuando llegara al trono era de perder su vida privada. Y elogió el que yo hubiera interrumpido mis lazos con la España franquista, para “preservar mi imagen cuando llegara la democracia”.
Quizás se acuerde el elefante, con su prodigiosa memoria, que yo le contaba a su Majestad que el entonces anciano y popular Presidente de la República de Italia, Sandro Pertini, con quien yo tenía buenas relaciones, me decía: “Yo soy socialista y republicano, pero amo a su rey como a un hijo y lo admiro porque ha salvado a España de un golpe militar (el de Tejero)”. Quizás recuerde que su esposa ya Reina, concedió en España su primera entrevista para Babelia, el suplemento cultural de este diario del que yo era entonces responsable. Y quizás se recuerde también el elefante de que a mano izquierda de donde escribo, tengo en un cuadro el diploma que su Majestad me concedió de la Cruz Militar al Mérito Civil, por el conjunto de mi obra y que mis amigos brasileños, cuando lo ven aprovechan para hacer elogios de su Majestad a quién se le admira en Brasil.
De cualquier modo, con el respeto que me merece su Majestad y lo que ha representado y representa para la consolidación de la democracia en mi país, pesar de no ser ni monárquico ni republicano, me atrevo a enviarle esta carta del anónimo elefante de Botswana que ha llegado a mis manos.
CARTA DEL ELEFANTE
Señor Rey de España:
Soy un elefante de Botswana, el país africano en el que me dicen que su Majestad ha estado recientemente para descansar de sus fatigas, cazándonos en un safari. Los elefantes somos mansos, aunque fieros cuando nos atacan. También nuestros dioses, los de la sabana, son dioses buenos, no vengativos, aunque sí celosos de sus habitantes.
Quizás por ello, han querido reservar su vida, importante para su país, y han respetado su vida, aunque han querido advertirle con su caída y sus fracturas en el campamento desde donde salía para cazarnos, que sería mejor ya para su Majestad que vivido ya más de lo que vivimos uno de nosotros, dedicase su tiempo a otras cosas, en vez de venir a matarnos. Por ejemplo a seguir a esa España que se está desmoronando económicamente, a ese 52% de jóvenes que sufren el aguijón del paro después de tantos años de estudios, o simplemente a disfrutar de ver a los animales correr y divertirse en su habitad natural, pero sin escopetas, con las manos vacías o llenas de flores.
Nosotros sabemos que no ha hecho nada ilegal viniendo y pagando muchos miles de euros para matar a uno de los nuestros. Se lo permiten las leyes de mi país. Para muchos matar gratuitamente animales es como lo era antiguamente cazar a lazo a los negros o indios para esclavizarlos.
¿Pero basta que algo sea legal para realizarlo? Existen también las leyes del corazón, no escritas, las de los sentimientos humanos, que dicen que son superiores a los nuestros y existen ciertos ejemplos que un Rey debe ofrecer de su vida incluso privada.
Su Majestad, desde su primer discurso como Rey, afirmó que quería serlo de todos los españoles. Yo sé que en España hay aún mucha gente que no se importa de ver sufrir o morir a los animales y que hasta se divierte observándolo. Pero existen también millones, sobretodo de jóvenes que aman a los animales, que quieren protegerles y conviven con ellos. A esos millones de españoles, no creo que les guste especialmente la imagen de su Rey llegando a esta África, que es nuestro territorio, escopeta al ombro, para distraerse disparándonos sin que podamos defendernos.
Nos han dicho, Majestad, que posee una de las mejores colecciones de escopetas de caza que existen. ¿Podemos hacerle una sugerencia? Haga de ellas un museo y anuncie a los españoles, que su Rey ya no va a matar a ningún animal y que los años que aún le queden de existencia- que le deseamos sean aún muchos, más de los que nosotros vivimos, los va a dedicar a distraerse a favor de la vida y no de la muerte.
Sabemos que nosotros, los elefantes, como el resto de los animales no tenemos derechos. Nacemos para ser cazados y muertos. Pero queremos recordarle que nosotros no hacemos mal a nadie. Somos sensibles y humildes y hasta nos parecemos a ustedes los Homo sapiens. Dicen los zoólogos que somos de los pocos animales que respetamos a nuestros difuntos y de los pocos que saben reconocerse, como los humanos, en un espejo.
Es verdad que quizás para ustedes los humanos seamos inútiles, no somos indispensables para nada, pero, no por ello deben tener el derecho de matarnos. También las monarquías hoy- y lo digo con todo el respeto- son inútiles para muchos y no por eso se hace la caza a los reyes y reinas. Y hablando de reinas, nos gustaría saber qué piensa su discreta y querida reina Sofía de su amor por la caza de elefantes. Ella como mujer y como madre, debe saber que en nuestra organización en la sabana, vivimos un reino matriarcal. Ellas, las elefantas, organizan y dirigen nuestra comunidad. Sin madres amorosas, dan de mamar a sus hijos durante tres y hasta cinco años y sufren como ustedes los humanos cuando se los matan por capricho. Por último nos gustaría que sus nietos y biznietos, Majestades, un día consiguieran divertirse sin necesidad de venir a África a cazarnos y arrancar nuestros colmillos de marfil para adornar los palacios reales con sus trofeos de muerte.
Quizás, ni queriendo podrán ya hacerlo porque quedamos sólo 30.000 elefantes en todo el mundo y al ritmo con el que nos matan sus nietos ya no tendrán como hacerlo, porque habremos sido extintos. Tendrán que conformarse con cazar cucarachas que al parecer tienen un millón de años y resisten hasta a las radiaciones atómicas. Nosotros, no. Somos más grandes, pero más frágiles. Quizás por ello nos amen tanto los niños a los que les gusta divertirse con nosotros. Vivos, no muertos. Sólo desearle, Majestad, en nombre de nuestros dioses, se recupere pronto del susto que le hemos dado, que no era para matarle, sino para hacerle pensar que sería mejor para su Majestad, que a la hora de dejar este Planeta, los elefantes que aún estemos vivos, podamos llorar por usted en vez de alegrarnos por haber perdido a un verdugo.
Los vientos de la selva son misteriosos, Majestad. ¿ Por qué no nos regala sus escopetas en vida?
Con respeto y en nombre de todos los elefantes de Botswana.
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Respuesta para el Sr Juan Arias autor de la carta del 16 de Abril 2012 y para el Elefante que escribe.
Creo que ni el elefante ha podido pensar así ni que una persona que se jacta de tener una medalla o xxx menciones, pueda compartir tales palabras ya que yo como una persona mayor agradezco enormemente al Rey por la vida que me ha dado siendo mis padres y abuelos Rojos, el me ha dado la democracia con ella hoy puedo hablar al igual que lo has hecho tu, pero yo con la verdad no poniendo a un elefante de pantalla para decir algunas incoherencia y algunas cosas molestas.
Quizás no recuerde y si lo haga el elefante, de los miles y miles árboles que se talan, y de la gran vegetación que los humanos y no el Rey de España en particular, les arrebatamos, dejándolos morir de otras cosas que no sea un tiro por placer de cazar, si no por placer de tomar maderas y quemar o de maltratar algún Elefante en el que no solo viven elefantes sino otros muchos animales y sobre todas las cosas, seres humanos, sea de la raza que sea.
Quizás yo con la memoría que me alcanza por estos últimos 60 años y de hija y nieta de militares solo pueda decir en vez de criticar….
¿Que cola tenemos todos que nos pisamos y no la declaramos? Como es que hoy la gente arrastra al Rey a una injustificada cacería porque? Porque un anterior presidente y sus secuaces Gobierno del culo, robando y llevando a España a la p… mierda? ¡Si! Dejando a esos jóvenes estudiantes sin trabajo.
O a madres solteras con hijos como la mía sin paro, sin ayuda y sin trabajo, claro no entra en la edad que se requiere para los empleos que el Gobierno dá a unos pocos para que se empleen, pero no este si no el anterior porque ya estaban mis dos hijas y yo sin trabajo.
Porque no pusimos remedio para estas estudiantes y no dimos tanta y tanta Sanidad gratuita a todo el mundo?
Pues estos jóvenes hoy tendrían trabajo. Una cosa es dar gratuidad en la Seguridad Social y otra es tirarla para tapar lo que se estaba cociendo.
Ah si pero esto no tenemos narices para decirlo, y decirnos que todos somos culpables de la situación de España porque no tuvimos los suficientes huevos u ovarios para parlo antes de que se pudrirse de deudas, pero eso si! Ahora arremetemos contra el Rey porque el no puede irse de cacería aunque sea invitado.
Y…. bueno tal vez si se habría quedado en casa esta vez y alguna otra que ha sido invitado… digo tal vez, algunos de los magnates se podría haber sentido ofendido pero el no solo como ser humano que también lo es, si no por quedar bien por los Españoles, aceptó.
Cuando todo lo arregla es muy bueno, cuando estamos enfadados por no querer reconocer el tremendo error que cometimos consintiendo que España esté en el estado en que se encuentra. Bueno solo tal vez y porque nó… le culpamos al Rey.
Y el elefante está ahora mismo partiéndose de risa por las tonterías que hemos dedicado las dos cartas.
Con todo mi respeto al Rey de España a los Españoles y a los elefantes.
Dejemos la cobardía y de meternos con un excelente Rey y una buena Monarquía una manzana podrida no es todo el cesto pero si ayuda a que éste se pudra.
Donde se encontraba el escritor de esta carta cuando comenzó a pudrirse la manaza?
Está seguro que es totalmente una persona limpia y adecuada para hablar de este modo?
Gracias por dejarme responder total solo soy una persona mayor que vivió él Franquismo, la monarquía y todo lo que estos años he podido vivir, si no es con Franco es con el Rey no quiero otro mas, “VALIENTE Y SINCERO” nuestro Rey Dios nos lo guarde muchos años aunque algunos reviente: La Abuelita María
Madrid a 19 de Abril del 2012
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Pues le doy toda la razón a esta abuelita.
No sabemos tomar las cosas si no es echando la culpa de nuestros errores a otros, en este caso a el Rey de España.
No considero de buen ser humano si no de un periodisca con bastante mala leche al hacer circular esta carta.
Gracias abuelita por la leccion quenos has regalado.
Un abrazo Berto |
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