Mi imagen.
Huyo del espejo
y de su imagen. . .
que es mi imagen.
Tengo que rendirme
ante la evidencia
de ser
la máscara de la tragedia.
El rictus de mi boca,
cruel me delata:
fueron menos las sonrisas
que él aquilata.
Prefiero a ciegas
retener el contorno,
detenerme en la mejilla surcada
que espera otra mejilla. . .
que ya no vendrá
porque
huyó
a hurtadillas.