Cubre la piel de mis suspiros los latidos que tus caricias llevan, poemas que brotan y transpiran la enamorada vida que reflejan.
Por mi espalda surgen resbaladizos, susurrantes al oído y a la piel, ambrosía de leer y beberme la líbido si en tus ojos miro y me vuelvo a ver.
Letras engarzadas a la pluma y el tintero de un eterno te amo que innato pace donde el poema nos hace sus prisioneros y el corazón movimiento de libre ave.
Desnudez pausada en rosas de la carne la candidez nos abre al sentir más profundo, en poema me dibujo para que al contemplarme los ojos nos aten al íntimo impulso.
Esencia
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