La tristeza es como una telaraña
que no permite escapar y ser feliz.
Sin embargo,
soy yo que elijo ser triste o no. El mundo es como una obra teatral
y yo decido si voy a ser partícipe
de la tristeza y del pesimismo
o quedaré al lado de la
felicidad y optimismo. Al darme cuenta
de este poder que tengo
- el de quedar o no triste -
paso a dominar mi propia vida
y mis emociones. Hoy,,,
ten la percepción del mundo
como una obra teatral.
Sea feliz, muy feliz!!!.
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