Tal cual un Segismundo
Estoy condenado a ser el hombre que nunca ha sido, a vivir, a ser algo que nunca soñé, haber nacido tantas veces para sólo morir una y otra vez.
Si viví alguna vez es porque nunca he vivido, porque no he sido más que el viento que atraviesa la materia del día y he sido para mí y para todos un solo canto de agonía, una sinfonía de sufrimiento.
Estoy condenado a ser el hombre que jamás ha sido y nunca será, porque en su corazón no habita esperanza alguna más que la de sobrevivir y ser para siempre un hálito de muerte.
Si soy, si fui es porque nunca volveré a ser, ya no me despertará el sol al alba como nunca antes lo hizo; dejaré de ser yo entre mis manos y viviré y la vida se adentrará en mí como tantas veces lo hizo mientras dormía, mientras soñaba que alguna vez fui.
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