Soy....
Soy la intermitente asfixia, la interminable ausencia del lenguaje.
Soy el inacabado intérprete de tatuajes ajenos.
No hay oráculo alguno, ni augurio que pueda otorgarte el acceso a mis palabras ni aun a mi propia vida.
No calmes este amor que no perdona, No ruegues al destino que interfiera.
Y sigo a lo lejos, Inmóvil, a la espera de quien descifre mi alma a tiempo
antes que el pálido ahogo recubra de azul mis venas.
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