Hoy tengo la oportunidad
Sobrevivir bajo un abismo de días grises, temerosos, gente carente de emociones, de luz, de esperanza, cumpliendo porque “así debe ser”, puedes terminar subido en esa ola sin darte cuenta. Voltea y sigue un camino distinto, respirar bajo el árbol de la fe, de que es posible vivir bajo una comunidad de amor y paz. Cierra los ojos y déjate llevar hacía el paraíso que has imaginado, respira hasta que el aire raspe tus pulmones, hasta que sientas cada parte de tu cuerpo despertar, hasta que te des cuenta que tu presencia es necesaria, tu participación es fundamental.
Te tengo frente a mí, como un regalo preciado. Voy a juntar mis labios con los tuyos. Voy a ser lo que siempre he querido, sin miedos ni poses, sin quedarme con nada. Haciendo crecer éste deseo que me consume por dentro, que me esté quemando. Fundirnos en un sólo cuerpo y que las chispas de la pasión salten, brinquen de tu cuerpo al mío, sabiendo que es un momento irrepetible, que lo importante es que la naturalidad y la verdad se huelen en el aire. Que hemos de disfrutar ésta mágica experiencia. Hoy te voy amar con toda la fuerza que tenga. Sólo hoy, no hay mañana ni después, ni la siguiente oportunidad.
Es hoy, porque así lo hemos decidido. Sentir el deseo de tocarte suavemente, de recorrer cada parte de tu cuerpo, descubrir los olores y colores de cada poro de tu piel. Sentir tu piel estremecerse, saborear la adrenalina que emana al estar unidos, un sólo sueño, un sólo espacio, un pequeño e instante mágico. No tengo miedo a mostrarte mi interior, es lo más puro y natural que llevo. No quiero seguir con límites en mi vida, ni recrear las escenas perfectas. Así, imperfecto o perfecto me voy a mostrar ante ti. Sólo la verdad. Irracional, salvaje, loco, permisible, encendido. Desatarme ante el deseo profundo. Darle terreno a lo prohibido.
El juego ha comenzado…