Soneto Gongorino en Que el Poeta
Manda a Su Amor Una Paloma
Este pichon del Turia que te mando
de dulces ojos y de blanca pluma
sobre laurel de Grecia vierte y suma
llama lenta de amor do estoy parando.
Su candida virtud, su cuello blando,
en limo doble de caliente espuma,
con un temblor de escarcha, perla y bruma
la ausencia de tu boca esta marcando.
Pasa la mano sobre su blancura
y veras que nevada melodia
esparce en copos sobre tu hermosura.
Asi mi corazon de noche y dia,
preso en la carcel del amor oscura,
llora sin verte su melancolia.
Federico Garcia Lorca