AQUÉL AMIGO
Anidando los recuerdos de la infancia, vierto cada momento del ayer en un hueco de mi solitaria alma, he dejado ahí esa amistad que cultivé, mitigando pesares en mis andanzas de muchacha joven, inexperta y confiada.
Aquél amigo supo guiar mis pasos desubicados, no aprovechó mi ingenuidad para sacar provecho, los momentos que convivimos están ahora en mi tibio pecho que añora esos días felices y ahora tan alejados.
Aquél amigo quizás ya no se acuerde de mí, era tan mayor que tal vez ahora ya no vive, pero la confianza que tuve en él una buena parte de mi ser la hizo propia, conservando las enseñanzas que hasta el día de hoy me tocan. |