Mordiste el silencio en tu refugio recio, deshilando mundos, abstraído y solo, desgarrando anhelos, que vas encajando. Poeta nacido de pluma y tintero, extraño bohemio, iluso llamado. Acá en utopías, posas tu llanto, en gotas que aúllan penares lejanos. Guardián de un suspiro, amarrado al viento, señor y verdugo de tu frágil sueño. Con alma de ciego y espinas en tu mano sientes el fuego del poema arcano. No eres comprendido pero si admirado, eres un loco de verso creado.
|