La Humildad en nuestro corazón
Hoy vamos
hablar de la humildad,
algo que no
todos tenemos, y que tanta
falta hace
para la humanidad.
Hay personas que piensan
que
todo el mundo les debe
algo,
que
todos debemos vivir al ritmo de su mundo,
jamás miran
si hay otro ser humano
con
apuros y con carencias.
Es
el tipo de persona que tiene
mucha suerte
en la vida pues
lo
consigue todo fácilmente y sin esfuerzo.
Como
por arte de magia todo
lo
bueno que se llega a recibir
en
el hogar las toma para sí mismo,
como si todo
fuese para él.
Recientemente
una persona
así
visitaba a un humilde amigo,
de
esas personas que trabajan de sol a sol para salir
adelante en
un país extranjero.
Se
dirigió a él para contarle la
“maravillosa
vida” que tiene,
lo
bien que vive, los placeres que puede permitirse,
y
el poco esfuerzo que le supone.
Y yo
me pregunto,
¿por qué hay personas que hacen
eso?
¿Cómo puede ir alguien a la casa
de
una persona pobre a decirles
que come filete todos los
días?
La falta de
humildad
que a veces tenemos frente
a
nuestros semejantes es tan triste que hasta me cuesta
contar las
anécdotas de este ser humano tan pobre de espíritu.
Debemos
reflexionar antes de hablar sobre aquello
que
poseemos porque hay muchas personas menos afortunadas
que
no tienen ni lo más básico para vivir.
La soberbia y falta de humildad puede
alejarte de los demás,
de
la gente a la que quieres…
Pero
el orgullo no sólo al soberbio le aleja de los demás…
también aleja
a esas personas de quienes comparten el hogar con él.
Y entendiendo
esto es por lo que entiendo los motivos
por
los que al recibir la dura carta de mi amiga me
dio
la sensación de que algo malo
estaba
interponiéndose en nuestra amistad.
La humildad es algo que
se debe llevar en el
corazón
porque Dios
fue el ser más
humillado y
aún así nos perdonó
y
sigue perdonando la falta
de
humanidad que tenemos
con
nuestros semejantes.
La
vida de una persona
soberbia es
muy mala,
pero
especialmente estar y vivir
cerca de
ellos no es bueno para la salud.
Si
tienes a una persona así cerca de ti,
es
mejor alejarla o ayudarla a que vea su error,
pues
no le hacen bien a nadie.
Tanto lo uno
como lo otro
seguramente
será muy difícil,
alejarle
porque pensará que le debes algo,
y
querrá seguir teniendo esa “suerte” en la vida.
Hacerle ver
su error será igualmente complicado,
porque precisamente su
falta de humildad le
cegará.
En cualquier caso, vivir con
alguien así es nocivo para la
salud.
Una persona agradecida es la que muchas
veces
lo ha perdido todo y aún sigue feliz
de haber
contado con
el amor de las
personas que
le conocieron,
pues aún en
su mismísima
situación
sigue tan humilde
como cuando
era una persona
con
una situación envidiable.
La verdad es que no se
necesita
mucho para ser una buena
persona.
Ni
aún siendo afortunados en la vida hace falta
mucho para
ser buenas personas.
Sólo hace
falta seguir siendo
personas
sencillas, con valores,
que
llora cuando alguien sufre,
que
sentimos cuando alguien se nos va,
que
cuando llega los éxitos
no
deja de ser humilde…
Seguro que
con ello tenemos un
trozo de
cielo ganado, o al menos,
tendremos los
ojos de Dios cerca de nosotros…
Aprendamos a
vivir con lo que tenemos,
y
seamos buenos con quien
tiene menos
que nosotros.
Seamos
humildes, y no nos permitamos
alardear de
lo que la vida nos ha dado.
A/D
Bendiciones!!!
Alex &
Odris