Aceptación
Me acepto y acepto
a los demás con un espíritu de amor que libera.
Logramos gran
libertad al aceptar a las personas y circunstancias tal como son. De manera que
dejo ir la necesidad de controlar o cambiar a las personas o situaciones. Siento
paz cuando permito que las cosas se desenvuelvan mediante un orden sagrado.
Gracias a la aceptación, soy libre para acoger cada situación y persona con
amor.
La persona a quien
más debo es a mí mismo. Me veo como una creación divina que sigue un camino
inspirado y ordenado hacia su desarrollo espiritual. Dejo ir la autocrítica y
confío en Dios.
Con un sentimiento
renovado de libertad y paz, acepto a las personas y a las circunstancias en mi
vida con amor. Doy gracias por las bendiciones que me
proporcionan.
En esto conocerán
todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.—Juan
13:35
a/d