Verde rojo, rojo verde. Una mirada que se pierde. Banderas rasgadas ondeando.
Amigo, ¿qué fue de aquel soldado…? Soldado, ¿qué fue de aquel amigo? Arrastrándose por los campos de trigo. ¿Qué viento le dio el último soplido? ¿Qué rastrojo fue el que lo tuvo arropado?
Flor cuchilla, cuchilla flor. Unos ojos con valor. Espaldas mojadas en el barro.
Sonido de bayoneta a traición Y voz rasgada subió por el corazón. Voz silente y potente, desnuda. Y latidos como cristales rotos Latidos… como música muda.
Las lágrimas se han hecho voz Mientras reposan en su losa tranquilas pero firmes cien rosas punzantemente hermosas Esperando que la trompeta silbe. |