El día que te marchastes, tenías toda la razón, aunque nunca te lo había dicho, te llevaba en el corazón. Nunca lo había pensado, creí que ya no me querías, y de tanto pensar, sólo pensaba tonterías. Ya te fuistes de mi vida y nunca más regresarás y aunque tú no te lo creas en mí siempre estarás. Por tí estoy viviendo aunque por ti también muero, y esto te lo digo sólo porque te quiero, pero si lo quieres saber, esto es una tortura, te quiero más que a mi vida y mi vida es toda tuya. |