Amigo mío, te admiro y pregunto,
si estás dispuesto a caminar conmigo,
de esta amistad sana, el cielo es testigo,
y tú estás antes que cualquier asunto.
Hoy te reafirmo que te comprendo,
cuando no vienes a verme te extraño,
mas con esto no me haces ningún daño,
estas cosas yo siempre las entiendo.
Y te seguiré mi amistad brindando,
aceptando alguna desavenencia,
los amigos están de nuestro lado,
si erramos el rumbo al ir caminando,
con la vida se adquiere esa experiencia,
que tú me corriges lo equivocado,
amparándome en tu huella voy rezando,
por que nunca me falte tu presencia,
y sigamos con el cariño dado.