EL DORADO DE TU SOL
Amigo que hilarante dejas tu huella tibia en el río de mi soledad, amigo que desafiante reúnes mis recuerdos para navegar conmigo en alta mar, amigo que renuente percibes mis dolores acallando con sonrisas mi nublado despertar, amigo, gran amigo que vive, que cura mis heridas protegiéndome de las tinieblas que me inundan en su tempestad, amigo, a ti te bendigo, por continuar en el camino donde mis pasos llevo al refugio de los olvidos renaciendo cada día, dejando atrás el gris por el dorado del sol que con tu vida siempre me das.
05 DE ENERO DE 2012 |