Cuenta la historia que dos hombres habían compartido prisión por largo tiempo. Allí recibieron todo tipo de torturas,maltratos y humillaciones.
Años después de haber salido recobrado la libertad, se volvieron a encontrar, y uno de ellos le preguntó al otro.
-"Tú, ¿alguna vez te acuerdas de nuestros carceleros?"
El aludido, con toda serenidad, respondió:
-"No, gracias a Dios, ya lo olvidé todo. Eso pertenece al pasado...ya no existe para mi. ¿Y tú?".
El otro, arrugando el ceño, dijo consternado:
"-No, yo no puedo olvidar tanto tormento, los odio y seguiré odiándolos con todas mis fuerzas el resto de mi vida."
Su amigo lo miró tristemente por unos instantes, y luego dijo:
"- Lo siento por ti.Si eso es así, significa que aún continúas preso, que aún no has recobrado la libertad."
Muchas veces creemos estar libres, pero seguimos siendo esclavos de un amo que no vemos o no queremos ver.
Hay una sentencia, cuyo autor desconozco, que dice así:
"No seas esclavo de nadie, ni siquiera de tus amigos; no seas tirano con nadie, ni siquiera con tus perros."
A/D
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