Trabajar tanto como rezar
El hermano de una niña pequeña puso
una trampa para cazar pájaros.
Al principio, la pequeña lloró por lo que pensaba
era la crueldad de su hermano.
Más tarde parecía estar mucho más alegre.
Su mamá, intrigada, preguntó la razón
de ese cambio tan repentino.
"Pues bien, recé para que mi hermano sea mejor"
- dijo la niña - "
y recé para que la trampa no atrape ningún pájaro".
"Eso era lo debido",
dijo su madre sonriendo. "Y entonces"
- continuó la niña -
"salí y rompí la vieja trampa a puntapiés".
Muy pocos problemas se resuelven
"rompiendo las cosas a puntapiés" ,
pero debemos trabajar tanto como rezar.
Es bueno rezar para los que están
equivocados sean corregidos,
pero es necesario además hacer
lo posible para corregirlos.
Si hacemos todo lo humanamente posible,
podemos confiar en que el Señor termina el trabajo.
Bendiciones!!!
Alex & Odris