AVE FÉNIX
¿A dónde fuiste, paloma, que los brazos olvidaste de tu madre? ¿Dónde pusiste tu nido entre espinos que dejaste de muerte tan herida tu alma? Vuelve, paloma, y pon olvido en las heridas de tus manos. Contempla, sobre el mar, prestas las naves surcando crespas olas hacia el puerto. Eleva tus ojos, contempla el azul infinito; tapizando de blanco altas cumbres, la nieve; los campos despertando en un bello espectáculo de flores.
Si la naturaleza toda canta, tú... niégate a llorar, abre tus labios, la melodía de tu rostro deja emulando a los pájaros sus trinos; resurge toda, como el ave fénix, de ti misma, de tu propia abulia.
Sonrosado el aire, vibrarás de gozo y perlará la nueva luz tu espíritu....
Manuel Grau Melguizo
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